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Contaminación Auditiva

La migración del campo a la ciudad trae consigo insuficiencia de servicios públicos (agua, luz, transporte) y bajo nivel de vida de un elevado porcentaje de la población urbana.
La contaminación sónica en algunas ciudades es muy aguda: vehículos, aviones, maquinarias. etc. El ruido produce efectos psicológicos dañinos como son interrumpir el sueño (cuando la intensidad supera los 70 decibelios), disminuir el rendimiento laboral y provocar un constante estado de ansiedad. Esta comprobado comprobado que los aviones al despegar promedian los 91 db, mientras que el tren, los colectivos y los autos llegan a unos 90 db. Se dice que las generaciones jóvenes de hoy serán futuros sordos, pues cada vez es mayor el ruido de las ciudades.

A modo de ejemplo en nuestro país, una prueba realizada por Clarín comprobó que el tren, los colectivos y las motos de la ciudad alcanzan casi el mismo nivel de decibeles que los aviones que despegan a diario desde el Aeroparque.

A pesar de que en el 2004 se promulgó la Ley 1.540 de control de la contaminación acústica –que prevé sanciones, multas y hasta clausuras para prevenir, controlar y corregir el exceso de ruido y vibraciones que perjudican la salud de los habitantes, el ambiente y las edificaciones-, el ruido urbano constituye un problema ambiental en aumento y disminuirlo continúa siendo una materia pendiente.

Teniendo en cuenta que los automotores son los responsable de más del 80 por ciento de la contaminación sonora, invertir en la modernización del transporte público representaría una considerable mejora para el ambiente. En este sentido, con el fin de reducir no sólo el ruido sino que también las emisiones de gases, se espera que para el próximo mes el colectivo ecológico –que trabaja con un ciclo combinado de electricidad y diésel- recorra las calles porteñas y sea el puntapié inicial para generar medios de transporte más amigables con el ambiente.

 

 

Estudios:

El Grupo de Investigación de Ingeniería Sustentable (GIIS), de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Palermo, desarrolló un estudio sobre la contaminación sonora en la ciudad de Buenos Aires.


El ruido es un sonido no deseado o molesto. La primera declaración internacional que contempló las consecuencias del ruido sobre la salud humana se remonta a 1972, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió catalogarlo genéricamente como un tipo más de contaminación. Siete años después, la Conferencia de Estocolmo clasificaba al ruido como un contaminante específico.Se tomaron medidas con equipos decibelímetros clase 2, que registran los sonidos en forma similar a como los percibe el oído humano. También se realizaron encuestas a diferentes personas.

Resultados
 

Como nota curiosa, destacaron que el nivel de ruido en la esquina de Cabildo y Juramento supera largamente (en todos los indicadores y descriptores calculados) al nivel medido en el Aeroparque Jorge Newbery, y de una tejeduría textil. Teniendo en cuenta los valores de Leq indicados por la Ley 1540, sólo en las inmediaciones del Aeroparque Jorge Newbery se cumple la normativa vigente.

El 79% de los encuestados dijo saber qué es la contaminación sonora y el 93% de las respuestas coincidían en mencionar al tránsito vehicular como primera causa de ruido molesto en la ciudad de Buenos Aires. La segunda causa presenta mayor dispersión: el 57% señaló a la reparación de la vía pública y el 18% a las discotecas.

Los ruidos considerados más intensos que se escuchan desde las viviendas de los encuestados (en orden decreciente de intensidad) son: obras en construcción, tránsito vehicular en avenidas o autopistas, instalaciones bailables, pubs, confiterías, centros comerciales y fábricas o talleres.

Los cinco ruidos considerados más molestos que se escuchan desde las viviendas de los encuestados (en orden decreciente de molestia), son: ruidos causados por las personas, las bocinas, los ruidos causados por frenadas y/o arranques, la música, la radio o la televisión y los ladridos.

El 64% de los encuestados que trabajan (67% del total trabaja) considera que los ruidos en su trabajo son continuos y/o persistentes.

Así es que las principales causas de ruidos molestos en la Ciudad de Buenos Aires, según la percepción subjetiva de los vecinos, provienen del transporte público, las obras en construcción, las reparaciones en la vía pública, los centros comerciales y los locales de esparcimiento.

Las valoraciones subjetivas de los encuestados no siempre coinciden con los datos de las mediciones. Algunos encuestados calificaron de intensamente ruidosas actividades que demostraron no serlo especialmente, posiblemente como forma de expresar su protesta contra la instalación de esa actividad en las inmediaciones de su domicilio.

Según las mediciones efectuadas hasta el momento en el trabajo de campo, el nivel de ruido en la ciudad supera, en muchos casos ampliamente, los valores admitidos por las leyes y ordenanzas.